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No por la comida, no por ese trabajo extra en la cocina,
sí gracias por las sonrisas,
por las palabras de consuelo,
por la compañía inesperada en esos ratos robados.
Debemos tanto en los días que pasan,
por esos recuerdos que siempre nos acompañan.
no es importante el dolor que hemos sufrido
sino el aprendizaje que ha dejado al tomarnos de la mano
Con orgullo y humildad se agradece todo lo que ha venido a pasar
los nuevos amigos, la familia que se adopta con buena voluntad.
por eso hermanos que no llevan nuestra sangre
y que no se olvidan que existimos al otro lado del mar.
Recordamos los años pasados, las batallas ganadas
y a los que en el pasado se han quedado
por caminar diferentes senderos,
sin dejar de ser amigos, sin dejar de ser algo nuestro.
Hoy más que ayer rezamos, oramos, agradecemos
por esos momentos que nos hacen recordar que estamos vivos,
pero sobre todo pidiendo, implorando por aquellos que amamos
he me aquí, dando mis gracias por lo aprendido, lo olvidado, lo disfrutado
pero sobre todo, lo compartido.
C. Crast
2010-11-23
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